Probamos una de las naked deportivas para el A2 más sorprendentes del momento, la Zontes R-310, una moto con una fuerte personalidad estética, dotada de una sofisticada tecnología y un descarado carácter general.
Al ser una marca de reciente aparición, lo primero que hice fue indagar de dónde viene exactamente una firma tan atrevida en lo que a diseño se refiere, con una apuesta tan potente en equipamiento y acompañada de un precio que llama poderosamente la atención porque es un desafío a todos los modelos específicos para el carnet A2.
Pues bien, para lo que no sepan exactamente de donde viene, se trata de una marca de origen chino que pertenece a un grupo mucho más grande creado en 1992 y denominado Tayo Motorcycle Technology Co. Ltd. Es realmente un gigante de la industria que como ven se ha ocupado a conciencia de cuidar mucho el producto a la hora de dar el salto internacional ya que Zontes se encuentra en los mercados más importantes del mundo.
Premium económica
Antes de adentrarnos en su rendimiento y sensaciones de conducción, creo necesario detenerme en su aspecto, en un diseño que llama poderosamente la atención por su atrevimiento y marcadas líneas, y que además está bien arropado por numerosos buenos detalles.
Me gustaría comenzar enumerando todo lo referente a tecnología que le da un estatus de moto premium a pesar de su precio; arranque sin llave, apertura remota del tapón de gasolina y el asiento, piñas retroiluminadas en rojo, iluminación Full LED, dos modos de conducción, toma USB e incluso algo que no se ve como una pequeña y potente batería de litio. Y todo está reforzado por una sensación de producto bien acabado, incluso con piezas mecanizadas, en el que también encontramos un sistema ABS firmado por Bosch. ¿Donde está el truco? Se puede preguntar más de uno, incluso yo mismo cuando fui a recoger la R-310.
Por eso la arranqué con curiosidad tras haberme guardado la llave de proximidad en el bolsillo. El responsable de taller me ayudó al no arrancar a la primera, ya que cuenta con un sistema de hibernación cuando la moto no se usa durante un tiempo prolongado para evitar que se descargue la batería. Otro buen detalle. Así que para poder ponerla en marcha hay un pequeño botón discretamente situado en la parte izquierda tras una pletina protectora y justo detrás de las tapas de transmisión. Cuando lo presionamos se pone en verde, la moto recibe corriente y podemos arrancar. Sí, hice la prueba sin la llave de proximidad en el bolsillo y la moto no arranca así que no reviste ningún peligro en este sentido.
Promesas cumplidas
Durante los primeros cientos de metros te percatas de la suavidad del motor, de la ausencia de vibraciones y de que la moto parece estar bien ajustada en todos los sentidos. No es solo que tenga muy buena presencia, incluso a nivel de acabados y tornillería, sino que las sensaciones a los mandos son tan prometedoras como su aspecto.
El motor sorprende por la dulzura pero también por el genio que es capaz de sacar a relucir en todas las marchas, especialmente a bajas y medias revoluciones. Y cuenta con un par de modos de conducción, el normal y el Eco que se activa en la piña derecha y suaviza la entrega pero que realmente no marca una gran diferencia, por lo que la tendencia siempre es ir con toda la potencia del modo normal.
La posición de conducción está planteada de forma bastante acertada, sin forzar brazos ni piernas pero con las estriberas lo suficientemente elevadas y retrasadas como para adoptar una postura deportiva sin esfuerzo. El asiento a 795 mm es bastante accesible para cualquier talla y tiene un mullido duro pero confortable que no castiga el trasero.
La conducción resulta muy sencilla ante un conjunto que se percibe ligero y manejable a los mandos. Esto la hace una hábil dribladora en ciudad, donde el rendimiento de su motor es perfecto para ir siempre con ventaja frente a los turismos. Realmente llama la atención lo rápido que sube de vueltas el motor, y la linealidad y dulzura en su tacto.
El cambio de marchas es preciso, agradable y su relación más bien corta, algo idóneo para la “city”. Tanto es así que podemos salir en segunda o incluso tercera marcha desde parado sin que el motor se queje dando tirones, subiendo rápidamente de revoluciones para encontrar su zona óptima de rendimiento.
Urbana y más
Esto podría hacer pensar que cuando salimos del entorno urbano la moto o el motor podrían verse penalizados pero lo cierto es que de ningún modo. Comenzando por el motor, el cual es capaz de lograr una estirada muy digna, situando la velocidad punta de marcador en torno a los 170 km/h. Con mi envergadura tengo que decir, ya que peso 58 kg y mido 1,60 m. Quizás un piloto más alto y pesado lastre su buen rendimiento pero es innegable que cuenta con un rendimiento muy voluntarioso que poco tiene que envidiar a la competencia con semejante motorización y potencia.
Otro aspecto que llama positivamente la atención es la puesta a punto de las suspensiones, donde destaca la horquilla invertida delantera que apuntala su aspecto deportivo. El tarado resulta firme pero nada incómodo a la hora de filtrar baches, ni delante ni detrás, contribuyendo a una calidad de sensaciones dinámicas. Por eso transmite en todo momento sensación de estabilidad y aplomo, independientemente de la velocidad.
En tramos de curvas apoya bien, se mueve con precisión y rapidez, contando además a la hora de frenar con un equipo solvente. Cierto es que delante el tacto es algo esponjoso, podría ser mejorable aunque una moto de este precio sería injusto reclamar una frenada de primerísima calidad, ya que con la maneta a fondo hay potencia para detener la moto con plena seguridad.
Y además contamos con un sofisticado sistema ABS (desconectable) cuyo proveedor es Bosch. Concretamente el modelo 9.1 M que actúa de una forma muy eficaz, proporcionando una seguridad activa perfecta para una moto con este talante deportivo orientada más bien a principiantes.
El puesto del copiloto eso sí, no ofrece muchas posibilidades ya que está muy elevado debido a su afilado colín y no dispone elemento alguno para sujetarse con confianza, por lo que es una moto con poco aprovechamiento en este sentido.
Opinión y valoración
En definitiva, estamos ante una moto versátil y que puede satisfacer no solo a novatos con el carnet A2 sino también a los que estamos continuamente montando en moto, ya que se muestra muy competente a nivel general y su equipamiento establece un nuevo nivel en la categoría.
Convence por parte ciclo, comodidad y sobre todo motor, ya en que tanto en el corazón de la ciudad como en la periferia tiene un rendimiento muy redondo, con buena aceleración, una estirada más que digna y un funcionamiento bastante refinado, sin vibaciones y con un un sonido agradable que liberta por su llamativa doble salida de escape, otro detalle de diseño en una moto sobresale también por su estética.
Puede gustar más o menos la angulosidad y radicalidad de sus líneas pero es tremendamente llamativa y original -salvo por el basculante muy al estilo de la KTM 390 Duke- y durante los días que la tuve de pruebas era el centro de atención en los semáforos y en más de una ocasión me preguntaron por esta marca que nadie conoce.
Quizás ese sea a día de hoy su mayor handicap porque la gente tiene siempre recelo a lo desconocido pero tras haber estado diez días con ella, no ha dejado la más mínima sospecha acerca de su buen funcionamiento y la excelente relación calidad-precio que propone. Y es que su tarifa de 3.900 € es otro de los grandes atractivos que la hacen aún más sorprendente y descarada frente a la competencia.
Escrito por Jorge Rubio | Fotos: Carolina F. Varela
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